Mi nombre es Francesco, soy un arquitecto italiano que se mudó a México por trabajo y por amor.

 

Desde pequeño he tenido la oportunidad y la mentalidad de ahorrar dinero.

Nunca quise trabajar para nadie más que para mí, ya que la idea de tener que trabajar en días y horarios fijos no coincidía con lo que quería hacer con mi vida.

 

Recuerdo siempre ahorrando el dinero que recibí por Navidad y mi cumpleaños, especialmente las grandes contribuciones de mis queridos abuelos y tíos.

Como tenía las posibilidades y la fuerza necesaria, comencé a trabajar haciendo pequeños trabajos de albañilería y pintura a nivel familiar que me permitían ahorrar cada vez más.

 

Elegí estudiar Arquitectura graduándome en 2015 con honores siguiendo los pasos de mi padre y en la universidad tuve la suerte de conocer a mi esposa, Anahi, una chica mexicana con quien comparto todas mis pasiones y deseos.

 

Sin embargo, la situación en Italia actualmente no es fácil para un arquitecto autónomo, y no querer entrar en un estudio de arquitectura en el que tienes que trabajar más de 8 horas diarias más vacaciones para conseguir un salario por debajo del mínimo debido, no permitiendome tener una independencia económica que me consentiría vivir y pagar una renta, decidí, de acuerdo con Anahi, mudarme con ella a su tierra porque en México empezar un negocio de construcción es ciertamente más fácil y así empezaron, en 201, nuestras actividades.

 

Con los ahorros que teníamos y con una pequeña pero gran ayuda de nuestras familias, comenzamos comprando un pequeño terreno.

Al mismo tiempo transformamos una de sus propiedades en el centro de Oaxaca, México, en dos pequeños departamentos haciendo la mayor parte del trabajo manual, aprovechando mi pequeña experiencia como "manitas" para minimizar gastos, departamentos que actualmente alquilamos a turistas a través de AirBNB que nos ofrecen ingresos mensuales seguros.

Seis meses fueron bastante intensos y agotadores incluso económicamente, pero en menos de un año pudimos cubrir todos los gastos de la reestructuración.

 

A partir de ahí empezó todo, y hasta la fecha, además de ejercer nuestra actividad como arquitectos, contamos con un pequeño Tailler de Carpintería y estamos activos en otros sectores.

 

En 2020, con la llegada de la pandemia nos vimos obligados a "reinventarnos" debido al Lock-down, (nuestros ingresos eran prácticamente nulos) por lo que comenzamos a destinar parte de nuestros activos a inversiones a largo plazo, y a prepararnos para abrir un pequeño negocio de aceites esenciales junto con una pequeña panadería que aún se está terminando.